Un “Iwóro” (religioso) no puede cambiar de padrino o madrina, esto va contra la ética religiosa.
En toda ruptura se pierde más de lo que se gana. Hay que evitarlas, así
usted conozca mucho de osha, tiene el deber y la obligación de estar al
lado de su padrino o madrina que lo consagró, puso Ashé y firmó su
cabeza.
Por encima se su padrino o madrina de Kari-Osha no hay padrino o madrina de OBBE pinaldo.
Hay que rendir respeto a sus mayores. Si no eres lo suficientemente
fuerte y conciso en tu vida religiosa, puedes incurrir en incumplimiento
y recuerda “hijo eres y padre serás”, debes asumir todas las normas que
la religión conlleva.
Las relaciones Padrino-Ahijado en Osha son esenciales en el
funcionamiento armónico de nuestra fe, que basa su proceso y sus
acciones en el respeto a los mayores y en continuar conservando y
desarrollando las tradiciones que ellos nos legaron. Es el padrino de
cada cual el vínculo con ese legado.
El ahijado es para su padrino o madrina como se fuera un hijo, le enseña
a vivir y a defenderse en las diferentes etapas de su transitar
religioso. En el transcurso de la relación padrino-ahijado, ambos deben
ser aceptados con sus virtudes y defectos.
No deben dar crédito a chismes, ni conversaciones que puedan producir conflictos para no caer después en posiciones demagógicas.
El Padrino con su “Ashé” y la ayuda de los Orishas es un arma eficiente
contra la adversidad, nos permite librar y ganar las guerras que se nos
presenten en los mundos espirituales y en la realidad material, donde
los enemigos tejen sus trampas y donde el azar y la suerte hacen un
juego donde sin la ayuda del padrino podemos resultar perdedores.
Acudir a una consulta con su padrino no es un juego y mucho menos una
moda. Es algo más serio de lo que el ahijado (a) piensa. En una consulta
se convocan fuerzas superiores, que vienen a darnos una opinión sobre
nuestros asuntos personales con el “ashé” de su padrino, lo mínimo que
debemos hacer es prestar atención porque siempre, tarde o temprano, la
palabra de los Orishas se ve en los hechos.
Cuando los Orishas nos hablan en la consulta utilizando como
intermediario el padrino, la verdad de nuestras vidas queda al
descubierto, lo que obliga al establecimiento de una relación donde la
sinceridad y la confidencialidad de ambas partes se impone. Esta
circunstancia obliga al padrino o madrina a tener una actitud ética a
toda prueba y el equilibrio emocional y psicológico para brindar una
buena orientación, basada siempre en lo que los santos digan y en lo que
la experiencia y su saber religioso determinen.
Aprender es parte de una ideología, el estudiar con su padrino o madrina
es tener su "ashé" y rendirle sus respetos. Es parte de esa educación
yoruba que llevamos en nuestros "Orishas", el permanecer al lado de su
padrino o madrina, no es sumisión, es muestra de perseverancia y
dedicación, es muestra de humildad y de sacrificios y es también muestra
de estabilidad y de fidelidad a nuestra "Casa de Santo".
La inspiración para la videncia y la premonición son facultades, pero
existen muchísimos linajes con una trayectoria de siglos de existencia,
que han traspasado la historia, transmitiéndose los conocimientos del
padrino al ahijado, no están publicados en manuales.
Entre padrino y ahijado se establece un vínculo económico al cual se le
llama "derecho y el ahijado está en la obligación de entregarlo. El
valor del derecho se calcula según sea el costo de los productos y
servicios que sean necesarios utilizar para realizar consultas,
ceremonias y ritos; consagraciones e iniciaciones y el derecho propio
del padrino. El monto del derecho impuesto por el padrino o madrina a
sus ahijados guarda siempre justa relación con los gastos y así realizar
adecuadamente la acción religiosa,
0 comentarios:
Publicar un comentario