Desesperado, buscándola por el rastro,
llegó al mercado. Allí encontró a Oyá. Esta le dijo que se la devolvería
si el volvía con ella. Él acepto pero con la condición de que no
revelará su secreto. Ella aceptó. Con ese acuerdo comenzaron a verse y
tuvieron los Ibeyis.
Oggún, que era enemigo de Shangó por
medio de Yemayá ue era hermana de Oyá, obtuvo el secreto y comenzó a
regarlo a los 4 vientos. Dijo que Shango era el búfalo joven.
Shangó al ver su secreto en público, tomó su disfraz, se lo puso y salió al bosque a buscar a Oya.
Ésta había ido a casa de Orunmila, que
le hizo osode y le marcó ebbo. Oyá no lo hizo y se fue a pastar el
rebaño de ovejas que tenía para comer. Shangó en su búsqueda se encontró
con Oggun, combatieron en el combate Oggun le arranco un tarro y lo
guardó como trofeo ( por eso es que el Oggué es de un solo tarro). Pero,
como la magia del disfraz hacia crecer los tarros enseguida se
recuperó.
Shango dejó a Oggun y siguió buscando a
Oyá hasta que la encontró con los Abós y los Ibeyis. Shango se lanzó
para embestirla. Oyá al ver al búfalo lo comprendió todo y sabiéndose
pérdida, tomó a los ibeyis y le lanzó el Abó a Shango.
Éste enfurecido se los iba comiendo.
Cuando los probó le gustó y se quedó con todo lo de Oyá para siempre. De
esta manera, Oyá renuncia a su comida para asi salvarse y salvar a sus
hijos. Oya se volvió Yanza (el remolino) y tomó a los Ibeyis los sacó de
allí y se los entregó a Olofin.
También nace el porqué come chiva negra:Oyá al dejar de comer Abó comenzó a pasar mucha hambre, porque ya todos los animales estaban destinados a distintos santos.
Sucedió que un día Oyá estaba en casa de Obatalá. A este le ofrecieron una eure oscura. Él la vio y dijo:
-No la quiero, esta muy fea, eso yo no me lo como.
Oyá al oír esas palabras de Obatalá le dijo:
-Mi padre démela a mí. Yo sí me la comeré
Desde entonces Oyá come chivas oscuras.
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