Dice la mitología africana, que en los
comienzos del mundo dios dispuso que el Sol y la Luna, para que reinaran
en todos los espacios siderales sin destruirse mutuamente dependerían
uno del otro, estando las constelaciones sometidas al árbitro de ellos.
Dicen los africanos, que al Sol se le
dice el poder de Ifá y a la Luna el poder de Osha, teniendo que llevarse
bien estos dos poderes que son en sus ritos poderes importantes.
Más tarde Olofin (dios), quiso crear
estos dos poderes en la tierra eligiendo para la selva el león y al
tigre para que reinaran entre todos los animales de la tierra, pero en
la selva volvió a reinaran entre todos los animales de la tierra, pero
en la selva volvió a repartir estos poderes dándole a Orunmila la
representación del león y a los Oshas la representación del tigre, dos
fuerzas poderosas que representan la religión africana: el león como
antes se dijo, representa a ifá y el tigre a los Oshas, pero bien
entendido, que ninguno de los poderes invadirían el del otro, ya que si
se atacaban uno al otro sería la destrucción para los dos, pues sí el
león atacaba el tigre y lo mataba, él moriría también a consecuencia de
las heridas recibidas y el tigre si atacaba al león, le pasaría lo
mismo.
Es por eso que en la selva africana el león no ataca el territorio
donde casa el tigre, prefiriendo irse a cazar a otro lado y el tigre
hace lo mismo.Por eso en esta religión los africanos se cuidan muy bien de no invadir sus respectivos campos, ya que significaría la destrucción de las propias bases en que se asientan el principio de las mismas.
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