viernes, 18 de marzo de 2011

" La diferencia entre comprar la religión y ser elegido por ella"

" La diferencia entre comprar la religión y ser elegido por ella"

Las circunstancias políticas, sociales y económicas han demostrado tener un poder decisivo en la conducta moral de la sociedad; y es evidente que la religión no ha escapado a ello.

Siglos atrás, cuando el ser humano se veía obligado a sobrevivir en medio de una naturaleza hostil y generosa a la vez, nunca renunció a la unión, al colectivo, al mantenimiento de sociedades y el respeto a sus categorías y reglas establecidas, las cuales constituían el eje estratégico de su supervivencia.


La evolución y desarrollo del hombre hasta nuestros días y particularmente marcado por el surgimiento de la moneda como método de intercambio, a derivado en el fomento de aspectos negativos, como son, el egocentrismo, la avaricia, la envidia, etc.

Y aunque la moneda, y en sentido general; el comercio, no hayan surgido con ese objetivo, podemos ver que en la actualidad es obvio que se han roto, y cuando menos, tergiversado, aquellas reglas de nuestros antepasados.

¿ De qué manera a afectado todo esto a la religión de Ifá ?

Bien advertidos, hemos estado, desde que Orula, a través de Odù Ifá ÌdíYèkú nos alertó de que con el surgimiento del comercio, también surgen las diferencias entre los seres humanos; o con el Odù Osé Wòrì, donde Orula amonesta por la insensata actitud de sus  adeptos al vender los secretos de iFá, desvelando de esta forma ,  el   episodio sórdido, de la iniciación inducida inescrupulosamente, con el objetivo de obtener beneficios económicos y violando el proceso natural propiciado por las deidades y ancestros para la llegada del futuro  iniciado a la misma, en muchos casos incluso, sumidos en el desconocimiento, tanto por parte del que inicia, como el que va a ser iniciado. Así, una vez más, se abre un camino hacia un final caótico, donde el único resultado visible ha de ser, desamparo, decepción, frustración, y desorientación para unos, mientras el oprobio y el desdoro se incauta de otros.

Todo esto ha dado como resultado, el derrumbe de valores morales para dar paso a una acción exclusivamente lucrativa que no convence a nadie de que se mantenga entonces, el equilibrio entre "acción y efecto" presente en el día a día del ejercicio religioso, y sí por el contrario, "terreno de cultivo" para  la dispersión y la duda que a su vez, genera interrogantes precedidas de parciales e insuficientes respuestas.

¿A pesar de esta contaminación de valores, nuestra religión continúa otorgando  gracia y aprobación a aquellos sacerdotes  que convierten las reglas de Ifá, en principios deleznables?

El pago excepcional y sin el beneplácito de las deidades y ancestros, otorga derecho alguno a aquellos que muchas veces sin fe, o cuando menos sin información, o ambas cosas, pretenden ser iniciados, o mérito alguno además, a alcabaleros ocultos bajo el hábito religioso ?