Olokun tenía cinco hijas con olosa y cuatro con olona, ellas se llamaban:
Omi losa oruko omi lona oruku
Omi losa lashe omi lona lashe
Omi losa bokun omi lona bokun
Omi losa orun omi lona orun
Omi losa foshe
Esta muchachas vivian con sus madres en la ‘ria’, las hijas de olosa y en el lago las hijas de olona. En el fondo del mar, con olokun, vivia otra de sus hijas llamada agana eri, una muchacha alta y bella, pero de cuerpo deforme, lo que la sumía en una gran tristeza.
El padre la colmaba de atenciones para atenuar sus penas, sin embargo las hijas de olokun con olona y olosa, muchachas muy bellas y de cuerpos maravillosos despertaban la admiración de cuantos las veían.
Olokun pidió a sus hijas que fueran a su reino submarino a pasar un tiempo con él. Las jóvenes fueron y llenaron de alegría y felicidad a aquel lugar. Olokun era muy dichoso con sus nueve hijas, pero agana eri sentía tristeza, envidia y celo de sus hermanas y planeo la forma de eliminarlas.
Las hijas de olokun tenían en el cuello un inshe que le había hecho el awo del reino de su padre, awo nifa omolozain orun okana yeku, un gran ozainista y sacerdote de eggun. El inshe permitía a las jóvenes vivir en el agua y en la tierra y fue consagrado por el awo en el ozain que tenía olokun fabricado por el mismo awo.
Agana eri en una noche oscura salió del reino y fue hasta la orilla del mar, allí pacto con los pescadores: les entregaría a doncellas de las que su padre se quería deshacer, pero sin que estas lo supieran. Solo tendrían que devolverle los amuletos que las jóvenes llevaban en sus pechos.
Regreso donde olona y olosa y les aseguro que olokun pretendía quedarse con sus hijas, las persuadió para que comenzara a llamarlas y hacerlas regresar.
Agana eri, previamente había coordinado con los pescadores que en la primera luna nueva les mandaría a las doncellas fuera del palacio para que las capturaran, de igual forma pidió a olosa y a olona que en la primera noche de luna nueva llamaran a sus hijas.
Los pescadores llenos de codicia por el ofrecimiento de agana eri fueron a casa de awo del pueblo quien al registrarlos le vio osa trupo y les dijo que harían algo que después les pesaría y dejaría secuelas para generaciones posteriores porque así estaba escrito y decidido por olodumare. Les hizo ebbo con los anzuelos, 10 palomas, un gallo, sogas, hilos, agujas, dos gallinas que se dieron a oshun en una cueva de arañas donde echaron también los hilos y las sogas. Las arañas al moverse con el olor de la sangre, se enredaron en los hilos y formaron una red, el gallo se los dieron a ozain y los anzuelos y las palomas las guardaron y tiraron la red al mar.
Llego el día de luna nueva y olosa y olona comenzaron a llamar a sus hijas:
‘Laye laye omo olokun
Laye laye omo olosa …
Laye laye omo olokun
Laye laye omo olosa’.
Y ellos respondian:
‘Iya orioye omo losa umbo nitolode
Iya orioye omo lona umbo nitolode’
Esa noche agana eri invito a sus hermanas a comtemplar la bella luna nueva, ellas escucharon el llamado de sus madres y se dirigieron hacia el asiento de ellas y cayeron en la red tirada por los pescadores quienes capturaron a las doncellas y entregaron los amuletos a agana eri las jóvenes fueron llevadas al mercado para venderlas, pero al faltarles el amuleto, murieron. Los pescadores desanimados, tiraron las muchachas en la red y con los anzuelos y las palomas las tiraron al mar.
Olokun al notar la ausencia de sus hijas mando a buscar al awo de su confianza, este tiro y vio osa trupo y dijo a olokun que había una conjura y una traición dentro de su propio reino, que había que hacer ebbo con: dos etu, oti, oti pupua, amala e ila y darle de comer a bromu y a broncia.
Asi se hizo y bromu y broncia formaron una gran marejada al unirse los dos:
‘Bromu leri mamu eye etu mamu oti
Broncia leri afefe mamu eye etu mamu oti pupua’.
La marejada trajo de las profundidades del mar la red con los cuerpos de las doncellas y los anzuelos. Los servidores de olokun cogieron la red y con su contenido la llevaron ante él.
Awo nifa okana yeku que estaba a su lado, mando a sacar a las muchachas de la red y llevo ante el ozain del padre los cuerpos de las jóvenes, los anzuelos, los pedazos de malla y las palomas, hizo las ceremonias a las muchachas y se las amarro al cuello. Ellas regresaron a la vida, recuperaron sus facultades y contaron al padre lo sucedido, junto con la traición de su hermana agana eri.
Olokun, indignado mando a buscar a su hija deforme, ella al ver a sus hermanas vivas, cayo desmayada de la sorpresa. El castigo del padre fue encerrala eternamente a vivir en un castillo y llevar en sus manos una serpiente y una careta como señal de falsedad y envidia para que nadie más se viera engañado por ella.
Awo nifa hizo la ceremonia a las hijas de olokun con leri de eya, los anzuelos, la red con que había hecho los inshe, omi de olona y tranformo el cuerpo de las muchachas en cuerpos de peces con rostros de bellas sirenas cubiertos con la red que sirvió para capturarlas.
Las nueve hijas de olokun vivieron en lo adelante con su padre un tiempo y con su madre otro, cada vez que cambiaba la luna, ellas cambiaban de asiento.
Los pescadores desde entonces se orientan por la luna para la corrida de la captura de los peces, pero recordaban los cantos de olosa y olona como canto de mal agüero y al oírlos se alejaban y las hijas de olokun pasaban sin problema.
Dicho esto, entramos en materia, el Aggana eri o Aggana dide eri que es como en realidad se llama el Olokun de Osha, nacio del Olokum de IFA de Eulogio Rodriguez (Awo ni Orumila Ogunda fun) producto de circunstancias y bajo un pedimento de una lawalawa de la epoca. Y lleva ese nombre por que es la alosa que levanta. Y la única deidad de las 16 que conforman el poder. Completo ya que es un Orisha-Egun.*
Lo que para muchos, incluyendome, permanece como un misterio, fue la ciencia que desarrollo el Awo Ogunda Fun para consagrar aislada de Olokum a Aggana Eri.