ELEGGUA
OGGÚN
OCHOSI
ORICHAOCO
INLE
OZAIN
BABALUAYE
OKE
DADDA
AGGALLU
BELLIS
CHANGO
OBATALA
YEGUA
OBBA NANI
OYA
YEMALLA
OCHUN
Ahora bien, cuando se le hace Santo,
éste es el último que se le canta; siendo Orunmila, el antepenúltimo
porque este Santo es el que divide de los santos invitados al
homenajeado.
El Oro puede ser lo mismo cantado que rezado y con toque de tambor, el Oro lo puede hacer cualquiera
persona, lo mismo que tenga santo como que no lo tenga, el caso es que
lo sepa hacer bien. Cuando se está haciendo el Oro a los santos no es
prudente que sea interrumpido por ningún otro cantador que no sea el
mismo que ya ha empezado a hacer el Oro antes. Cuando comienza la fiesta y si acaso lo hiciera, no debe apartarse del Oro que se está haciendo para no perder la estética del mismo.
Después de
terinado el Oro, puede cualquier cantador pedir el canto, hacer su
saludo siempre haciendo reverencia a los cantadores presentes, a Osha y a
los dueños de la casa, terminando su saludo debe dejar el canto por el mismo lugar que él lo cogió, o sea, por el Santo que estaba cantando cuando él empezó a cantar.
El Oro en un tambor puede ser únicamente
interrumpido cuando llegue el Iguoro, porque Aña es el mismo Ozaín, que
dio comienzo a sus ceremoniales sagrados cuando usted se consagró Ocha,
porque Ozaín es uno solo en todas partes, es el mismo espíritu que lo
aconseja a ud. cuando lo consagraron, porque hoy lo ve a usted ante él
con salud, es lógico que lo salde con alegría
una vez más, y si usted entendiera el lenguaje del tambor, se diera
cuenta cuando el que lo ejecuta en el momento que lo está saludando y
usted está en el suelo haciendo la reverencia o pone su cabeza sobre
Aña, oirá que éste le dice Didde en la boca grande de Aña, un Didde que
perdura porque es arrancado de la entraña de Aña, pidiendo salud para
usted.
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