lunes, 19 de septiembre de 2016

¿Qué es una lectura de caracol?


Los caracoles son la herramienta fundamental del santero para comunicarse con el Santo y ofrecer a los que se consultan, a través de éste medio, un conocimiento profundo sobre su propia persona y los males que le aquejan, así como la posibilidad de influir positivamente en su futuro a través de trabajos espirituales como la rogación, el ebbó, el adimú y muchos otros recursos que van desde la no acción( si la letra viene en iré arikú moyale; suerte completa), pasando por las ofrendas, hasta la máxima, que es hacer Ocha o Santo.
La lectura del caracol es harto complicada y debe ser realizada por santeros y obbases con un profundo conocimiento de la Religión, de la mitología yoruba y de los Oddum (signo de la situación) y sus respectivos caminos. El Obbá debe tener un sentido crítico y carácter distante para ser capaz de discernir la información que se le da al consultante sin suavizar ni endurecer la información que da el caracol.
El lector de caracoles tiene un compromiso con los Santos que es decir lo que Ellos dicen, ni lo que al lector le conviene decir, ni lo que al consultante le apetece escuchar.
Son muchas las circunstancias a matizar según el que se consulta: si es santero, si es mujer o si es hombre, si está casado o soltero,… Por ejemplo, un mismo Oddum puede invitar al santero a recibir un Santo, y en el caso de un aleyo (persona no iniciada en santería) a recibir unos collares.
Todos los santos tienen 18 caracoles, a excepción de Eleguá que tiene 21. Dieciséis de estos son denominados Dilogún, y el resto, 2 ó 5, son los guardieros o Adele ya que se dejan a un lado en la consulta, hacen de testigos y sirven para completar si se pierde algún caracol.
En el caracol nacen 16 Oddum, y el termino dilogún viene del Oddum denominado Meridilogún, el número 16. Tras el primer Oddum se lanza en una segunda tirada para matizar el significado de la primera, y todo esto viene completado con la tirada del Igbó, formado por:
El IGBÓ
Ofún o Cascarilla
Ayé o Caracol
Otá o Piedra
Dundún o hueso
El Igbó tiene como función saber si la respuesta de la pregunta que se la hace al Santo es si o no, cuando se le ha entregado a la persona para que sostenga una en cada mano.
En santería se dice que 16 son los rayos de sol que tiene Olofi. El santero sólo lee hasta el número 13 (Metanlá), a partir de ahí lo lee el Babalao, aunque el santero puede dar un pequeña información sobre el oddum al consultante.
Según la Religión Yoruba existen pues 16×16 Oddum de segundo nivel, es decir, 256. Cada Oddum, define una situación vital en que el individuo se sitúa en el momento de la consulta. Cada Oddum puede encontrar 3 caminos en general:
  1. Suerte perfecta o Iré Arikú Moyale: En este caso tanto los Santos como los Egun respaldan al consultante, y solo hay que hacer una pequeña ofrenda a modo de agradecimiento. Todo lo malo del Oddum se omite.
  2. Suerte imperfecta o Iré Cotoyale: hay que buscar algo que complete esa suerte que nos está dando el caracol.
  3. Mala suerte u Osogbo: significa que el Oddum viene hablando con más fuerza por el lado malo, y hay que buscar un lariche; es decir, alguna acción que responda por la cabeza del que se está consultando y permita amortiguar ese osogbo.
Cada Oddum viene asociado a refranes y patakíes que facilitan su comprensión. Los refranes además sirven de regla nemotécnica al santero para relacionar la información que se le debe facilitar al consultante.
En este vida hay males (osogbos) y suertes (irés) que vienen marcados por nuestro astral, o por nuestra esencia espiritual. Son realidades en las que difícilmente podemos influir sin el consejo de los santos que nos acompañan desde el nacimiento. Son raras las ocasiones en que el caracol no puede aportar una solución a nuestros problemas.
Los caracoles le son entregados al santero en la ceremonia en que se le hace el santo. La lectura de caracoles es la forma en que el santo habla directamente con los santeros, sus ahijados y sus clientes. Nacen con el santo, y por tanto, solamente una persona que tenga hecho santo no lavado puede consultar con éste método.
El caracol puede hablar en dos situaciones:
  • Itá: Cuando el santo habla a su propio hijo en la ceremonia de Kari Ocha, Pinaldo, …
  • Consulta: Cuando habla el caracol de Eleguá del santero para con el consultante.
Para aprender y enseñar caracol se deben usar caracoles no consagrados llamados advenículas.
Fuente: Francisco Arellano

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